Esa especie de demonios
que en un tiempo fueron amantes.
A X le dije una vez:
"Te falta un tornillo"
y respondió convencida:
"¡No, me sobra uno!"
y se desenroscó de la sien
el imaginario y me lo entregó
diciendo:
"Mantente alerta, chaval."
Le gustaba sorprender
y a mí que me sorprediesen.
La acabé sorprendiendo con otro.
A Z no le gustaba recordar
y a mí sí,
me ofreció el presente
y yo la observé en el futuro
y entonces supe que jamás
me recordaría.
Siete años después me llamó
diciendo:
"Perdona, te tengo memorizado
como J
y ¡no sé de dónde has salido!"
A A la dejé escapar,
no supe cómo tratarla
y ella a mí sí,
me enseñó todo lo que es una mujer
y eso que era:
tranquila, espléndida, agradable,
dulce, sencilla, madura
y sincera.
A A no la dejé escapar,
escapé de ella.
y aún me sobran escobas por regalar...
martes, 28 de agosto de 2007
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