Pandemia extravagante de criaturas
que abren sus fauces
al tiempo que eclosionan,
larvas del primigenio barrizal
en verdad nefastas en su humana forma.
De los últimos lamentos
a los primeros auxilios.
Sueño, asco y brujería.
Y todos los sentimientos
como escombros al cielo
en pájaros de cemento
cayendo en las cabecitas.
De los primeros pesares
a los últimos delirios.
Asco, sueño y brujería.
Y todas las sensaciones
como soldados heridos
buscando un lugar a salvo
para dejarse la vida.
De los primeros suspiros
a la última sonrisa.
Asco, sueño y brujería.
Y la vida que nos queda
esparcida por la cama.
El vino que se derrama
como un amor imposible.
De la última esperanza
a la primera elegía.
Sueño, asco y brujería.
El odio que se amortigua
detrás de nuestra mirada.
Como dos amantes sin vino,
sin cama y sin madrugada.