lunes, 29 de diciembre de 2008

Gallipatos y pleonasmos

Todo comenzó cuando se acabó el rollo
y hubo que cambiar el papel de Baño.

Enormes lagartos salieron del váter
y a sus anchas poblaban los pasillos de la casa.


Lo juro y es verdad
que no es mentira:
soy sincero
al decir lo cierto.


Y entre gallipatos y pleonasmos
se hizo una luz y al rato
Baño se fue al cuarto de Al lado
y Al lado se fue al cuarto de Baño.


Pensé en salir afuera
pero la radio radiaba y radiaba:
“la plaga es definitiva,
la plaga ha llegado hasta los hospitales...”


Podía observar desde la ventana
a un hombre luciendo
una gran chupa de cocodrilo,
llamando por un móvil
y entonces mi teléfono sonó:
“ TENEMOS QUE HACER ALGO”
a lo que respondí:
"NO PIENSO HACER ESO"
y colgué.


Y entre riñas y reyertas
amaneció el día:

¿Por qué Al lado nunca tira de la cadena?
Porque Baño siempre deja las lentillas en la mesa.

¿Por qué Baño nunca hace la cama?
Porque Al lado nunca cambia las toallas.



Escuché golpes huecos
de tuberías
y escamas crujiendo
y arrastrándose hacia afuera,
me apresuré a cerrar la tapa
y sentado en el retrete observé
a Al lado afeitarse,
transmitía cercanía.

Y entre gallipatos y pleonasmos
se hizo una luz y al rato
Baño se fue a su cuarto
y Al lado volvió a estar cerca.

Cambié las toallas,
recogí las lentillas,
hice la cama,
tiré de la cadena y suspiré por un momento.
Pensé en salir afuera
pero la plaga era definitiva
la plaga había llegado hasta los hospitales.

Las doce

Disfrazando sombras,
atrapando voluntades
en las causas perdidas.
Socorriendo al fenómeno
PARÁLISIS
Forcejeando con el temblor,
discrepando con la ropa
que colgada del armario
toma formas fantasmales.
Rostros burlones planean
a mi alrededor,
me santiguo en el centro
de la noche,
ahora soy un niño,
intentaré recordarlo todo,
todo lo que me va a suceder
a partir de ahora.