martes, 5 de junio de 2018

Gema

De lejos la observo, 
en mitad de la pista, 
ensimismada,  
con los pelos en la cara 
y su cabeza en el móvil. 
Queriendo matar a alguien 
o matándose por nadie. 
Y alrededor de ella 
baila la gente 
como si no molestara. 
La tía más acabada del after 
y ni siquiera bebe. 
Yo me pido otra 
a su salud y a mi muerte. 
La gente se acerca 
y ella se aleja 
en círculos raros 
sin apartar la mirada 
de lo que tanto la mata. 
Espera a su chica, 
tratando de hacerle 
creer que está viva. 
Ahí, en mitad de la nada, 
ensimismada. 
Inquieto la observo, 
y voy orbitando 
el rastro del ego 
que va dispersando 
con la cabeza gacha. 
Y llego hasta ella, 
sorteo su mochila, 
se aparta al instante 
sin levantar la vista 
y vuelvo a intentarlo 
alargo mi cuello, 
consigo estar dentro 
y leo “caliente”. 
La gente se mezcla 
y siguen bailando.