El rostro
pesaroso de la virgen
intentando explicarle
al carpintero
la mediación divina
en el desaguisado,
resultaba
- sin duda -
mucho más convincente
que tus lágrimas.
Karmelo C. Iribarren
El rostro
pesaroso de la virgen
intentando explicarle
al carpintero
la mediación divina
en el desaguisado,
resultaba
- sin duda -
mucho más convincente
que tus lágrimas.
Karmelo C. Iribarren