Él llegó con un sombrero blanco
y me entregó una antorcha -Hazlo
Un año más he cruzado
al otro lado del ser humano.
Hice gárgaras con alfileres,
maquillé a la muerte de payaso
y fue un lugar tan cálido que el cielo
podrá esperar sentado.
Me curé viejas rabias
y estrené nuevos odios.
Y a mis anchas
en el ancho infierno
bromeé con la idea de matarte
antes que resonara el eco
de todos los restaurantes
al arrastrar sus persianas.
Una broma sin misterio.
No sólo los ángeles llevan alas.
Convertiré en murder ballad
esta desesperanza
sin violencia y con
respeto.
Atravesaré el destierro
hasta llamar a tu puerta
golpeando sin
respuesta
haciendo temblar la
luna
y añicos las
estrellas.
Y como nunca dirás
nada
te guardaré un
minuto de silencio.