martes, 29 de noviembre de 2022

Polillas

Anoche dejé abierta la ventana,
y la luz de la lámpara colgante atrajo
a decenas, y decenas, de mariposas negras.


Esta mañana he tenido que recoger

sus restos de las losas del suelo; luego,
los he arrojado por la ventana,
y entonces, por un momento, me pareció
que las polillas volvían a la vida,
que empezaban, otra vez, a volar…

Pero no.



David González






jueves, 27 de octubre de 2022

Día 1 después de Greta

Amaneció nublado.
Una suave brisa recorriendo la grieta.
Jazz de fondo, curativo
pero oscuro.

El cielo, todavía borracho
escurriendo la resaca. Gota a gota.
Desganado.

Ropa blanca, ya doblada
apilada en el espejo
tumbado sobre la cama,
boca abajo.

Sólo faltan los créditos.







martes, 27 de septiembre de 2022

Si abriera tus manos y encontrara
Detrás del rostro el árbol del terror
Seguramente me pondría a silbar

Búscame donde los gatos y las hadas
En la lenta llanura de los arrepentidos
Estoy sentado esperando a mi doble

Si abriera tus manos y encontrara
El claro río de la infancia
Pero los verdugos ya no viajan



Roberto Bolaño







miércoles, 14 de septiembre de 2022

Tan patético como fantasma

Antes de que me echaran a patadas
yo pensaba.
Al final de la infinita barra oscura.
Tan patético como fantasma.

Antes de explotar el vaso
entre las manos.
Manazas de un espíritu vulgar que se desangra.
Yo tenía las cosas claras:

Sé muy bien lo que puedo hacer y lo que no.
Casi todo es que no. Y sin embargo
hay una ligera posibilidad
de que esta noche ella duerma en mi cama.

Antes de la nube y los cristales, yo soñaba
con su cuerpo descendiendo hasta mi cama.
Adentrándose en las sábanas despacio.
Tan patético como fantasma.
Como el espectro idiota de un policía a caballo
en los márgenes del cielo de la inopia, yo soñaba...
Con sus ojos en mis ojos
y sus manos en su espalda.

No pasa nada.
Hace tiempo que ya todo dejó de pasar.
Será una pequeña cuesta abajo. 
El comienzo de un suave descenso en picado.









miércoles, 17 de agosto de 2022

Taller de escritura

Ningún gran escritor
fue a un taller de escritura.
¿Acaso queda alguien que aún no sepa
que en los talleres trucan la avería?


Esta metáfora está mal colocada,
el guión entorpece a las comillas
y la rima asonante en la que acabas
suelta humo en la vocal al arrastrarse.
Yo te lo corrijo pero esto es un desastre.
¿Cuando dices “yo te amo”
no suena demasiado claro?


Ningún gran escritor
fue a un taller de escritura.
No vayáis.
Es una estafa.
Hay sectas donde escriben más bonito.
Y sobre todo,
si pensáis ligar allí
llevaos el bocadillo 
y las cartas.







lunes, 4 de julio de 2022

Poeta nuevo bajo el sol

Estos textos hablan de una insatisfacción plena.”

- Así comenzó el discurso el poeta,

hablando por primera vez de su obra.-

¿Hay que defender acaso algo?” - continuó -

Creo, sinceramente, que en la mayoría de poemas

sueno demasiado afectado. Algunas voces expertas ya lo manifiestan.

Sin embargo, nunca he querido rectificar eso.

Soy honesto en esa aparente sobreactuación.

Más bien diría que los poemas son honestos respecto a mí.

¿Demasiado trillado? Sí, demasiado,

que la obra te posea, te elija y te retrate...

y no hay otra manera de explicarlo.

¿Qué quiero decir con eso? Muy sencillo: Cuando los escribo

estoy exactamente en ese pico de afectación. ¿Casual? Pero real.

Ni más, ni menos, y por eso, en el extremo está la virtud.

¿Nos entendemos?

Que no el virtuosismo. Pero sí el sismo, y el fracaso

o la muerte o el dolor o simplemente un amor.”

- Y continuó divagando sobre el miedo, la verdad o tantas cosas

que nos hacen vulnerables cuando hablamos -

A mí, la mayoría de la poesía no me gusta,

es demasiado personal, el género del onanista insatisfecho,

la viga que no se sostiene, la paja ajena en tu cara...

Grandes y celebrados autores que no me dicen nada,

y probablemente digan mucho

pero me aburren y hasta empalagan. Y es normal.

La poesía es como el olor corporal, te tiene que gustar demasiado

lo que esa persona transmite o supura o bien

te tiene que recordar mucho a ti...”

- Y varias veces se le fue el santo al cielo

y el santo volvió a por más

y del cielo a todas partes y además, empezaban los silencios

(gente pidiendo silencio)

Y con los nervios, llegaron demonios en forma de frases

hechas, pero mal hechas.

"Guerra avisada no mata borrachos" (demasiados en la sala)

Y se habló del triángulo dramático de Karpman, y de la importancia

de limpiar bien los mangos de las sartenes o de que antiguamente,

en Europa, los instrumentos musicales

se afinaban con los campanarios de las catedrales.

Y retomó el poeta la poesía, intentando ser un poco más cercano -

Creo que todos la tenemos a menudo ¿El qué?

Esa sensación de no quererte ir así a la cama ¿Cómo?

Lo sabéis, lo tenéis que saber. Esa sensación de que si te vas

así a la cama, sería como lanzarte de cabeza a un cubo de basura.

Y entonces lo descartas. Sí, descartas el final que te sentencia.

Esa noche te rebelas y te pones a escribir sin más, y a veces

sale algo que merece que te duela y te salvas

y cruzas al otro lado del puente.

¿De qué trata exactamente todo esto? Pues de nada realmente.

Y de todo más que nada si lo sientes. Es justo ese momento

en que agachas la cabeza confiado y abres el horno de gas

sin saber que llevaba horas encendido

y te pega un fogonazo en la cara. ¡Justo ahí! Y de repente, ¡estás vivo!

No es el fogonazo ni la cara. Es ese momento en que te quemas.

Eso o un beso. A la vez de complicado es muy sencillo.

La manera que tenemos de alejarnos y de volver como si fuéramos divinos.

O de cómo nuestro gato nos observa cuando hemos bebido demasiado.”













sábado, 11 de junio de 2022

Pilates

Ese día mi compañero de borrachera

no pudo acudir a la cita.

Esgrimiendo una excusa tan real

como espantosa. En dos palabras:

“Tengo pilates.”

Así pues, ahí quedó la cosa. Irrebatible.

Totalmente fuera de lugar

de mi mundo construido sobre arpegios

de dudosa utilidad.

Sin embargo, durante el resto del día

no pude escapar de esa frase.

Esa frase me persiguió hasta la cocina,

en el baño, en el cepillado de dientes,

en las patatas fritas.

Hasta en las deslenguadas zapatillas

mientras las ataba con violencia

intentando ahogar su disparate. ¡Pilates!

Sí, pilates se coló por los recovecos

del psicoanálisis más torpe.

Incluso en ese momento del día,

ese lapso despreciable

de tiempo incalculable

que tiende a “menos infinito”

en que no pensamos nada,

también apareció de incógnito en el limbo.

Tengo pilates, dice”

¡Qué tiene pilates!”

¿Pero… A dónde hemos llegado?”

¡Pilates! ¡No me jodas! ¿Pilates?”

Y así todo el día.

¡Que el caballero tiene pilates, dice!”

“¡Joder! ¿Tú también?”

¡Pero vamos a ver!”

¿Ya no vale sacrificar la salud por los bares?”

¡Siempre ha sido así! Todo el mundo lo sabe.”

¿Cuántos años de vejez nos hacen falta?”

¡Pilates! ¡Lo que me faltaba por oír!”

¿Pilates?”

¡Pilates es para los perdedores!”









lunes, 25 de abril de 2022

Fuck!

Flotábamos en el turbio y pomposo vaho 

de la neblina que envolvía la pista Zero. 

Soñábamos formas cuneiformes  

en paredes pintadas de caras pegadas  

a muros formados por rostros malvados. 

Abríamos puertas en zonas siniestras 

bajando escaleras, llegando a la meta 

de la meta, de la meta... 

- ¡El rincón de las chaquetas! 

- Tú riendo- Yo asustado. 

¡Las tarjetas de los bancos por los suelos, 

un neceser derramado, un perfume roto 

demasiado caro, mezclándose entre los bolsos! 

Un pintalabios negro rodando hasta mis zapatos

marca Fuck! y vaselina.

Una foto de tus tetas sin venir a cuento

en mitad del desconcierto.

Y un mordisco del destino entre las piernas. 

- Al amor se le paga en efectivo - 

(Tu frase sonó entre los muertos) 

Y a punto de revivirlos... 

Mis labios apretaron en los labios 

de tus labios, por abajo. 









jueves, 24 de marzo de 2022

Maravilla fatal



Disforia 

 
Una flor como argumento 

y un cielo lleno de gatos. 

Así será en mi memoria. 

Como la forma perenne 

de una intuición disecada. 

Un enjambre de abejas borrachas 

atravesando el Rubicón de la locura. 

Siestas que acabarán en tumba. 

Abrazos al vacío, sin molécula de vuelta. 

Besos de píxel quemado 

cayendo en forma de zeta 

al abismo del meta-pómulo. 

Y un par de calcetines sin pareja 

atrapados entre en las garras de un búho 

sobre la rama dorada. 

 
 

 
 
 

Será tierra de pecado 

 
Será tierra de pecado. 

Gobernarán los alacranes 

alternando con las víboras. 

Los despertadores 

tendrán un ministerio. 

El tiempo quedará triturado 

en una urna de arena 

mezclado con las hormigas. 

 
 

Será tierra de pecado. 

Las principales ciudades 

se llamarán Coca-Cola, 

Santander o Zara… goza. 

Pagaremos en miocardios 

y podremos ver el sol 

a través de Microsoft. 

 
 

Será tierra de pecado. 

Todos ciegos, todos calvos. 

No habrá mujeres ni hombres. 

Nos llamarán Vicerversa 

bajo un código binario. 

Y ganaremos la Champions. 

 

 
 

 
 

Amor y Morcilla 

 

Amor y Morcilla eran dos amantes. 

Amor era muy buena. 

Morcilla era muy mala. 

Morcilla no paraba de coagular 

lo que Amor bombeaba. 

Amor era todo corazón. 

Morcilla era sangre seca. 

Morcilla hacía que dormía la siesta 

mientras Amor esperaba. 

El día que llamaron a filas a Morcilla 

Amor se desangró de pena. 

En realidad, todos lo sabían: 

Morcilla se fugó con Longaniza 

a la Feria del Embutido. 

 
 

Amor dejó de creer en sí misma. 

A Morcilla se la comió un camionero. 

 

 
 

 
 

Foxtrot en la parada fantasma 

 
Te llenaré de gracia 

el alma que vistes 

con tu flamante chubasquero  

del Pato Donald 

robado a un niño 

en un campo de refugiados 

y que ahora luces en los conciertos. 

Derramaré agua bendita 

sobre tus pechos 

y tus pezones explotarán 

como burbujas de plástico 

y gritarás en latín  

desde la caverna del útero 

hasta el esputo desgarrado de la tráquea,  

el nombre de todos tus amantes  

suicidados. 

Tus uñas se irán cayendo. 

Una por cada domingo, 

después de los evangelios. 

Tus dientes bailarán foxtrot 

en la parada de metro fantasma 

del Mercado Central 

con las ratas. 

Haré que huyas con ellas 

en bucle, sin descanso 

hasta un precipicio 

donde nunca esté tu padre. 

Y morirás de cobarde. 

 
 

 
 

 
Maravilla Leal 

 
Agapantos africanos 

violando la tumba de una doncella. 

Un mal sueño hecho realidad. 

Una fatal maravilla. 

La primera dama del camposanto 

sin santificar siquiera. 

Muerta entre las flores. 

Suicidada para hacer historia. 

 
 

 
 

 
Parecía de verdad 

 
Parecía de verdad 

el tráfico de las olas cerca de la barriada. 

Tu moto desenfocada 

en el Paseo de la Discordia. 

Tus pestañas 

colaborando con la policía. 

Y yo bebiendo una botella 

de Hazmerreír de fresa. 

Parecía de verdad  

y sin embargo… 

 
 

Parecía de verdad cuando bajamos 

de la montaña rusa 

en que nos besamos. 

Tu moto empotrada 

contra aquel camión de refrescos. 

Tu fantasma 

rellenando el atestado policial 

con una sola palabra 

que más tarde yo firmaba: 

“¿Lloverá?” 

 

 
 

 
 

El resplandor 

(Ana Blandiana)

 
¡Qué resplandor confiere el sufrimiento! 

Las aureolas de los santos 

significan precisamente esto. 

De la maleta en la que guardo tus papeles 

la luz rezuma 

como la sangre 

de un santo descuartizado.