jueves, 24 de marzo de 2022

Maravilla fatal



Disforia 

 
Una flor como argumento 

y un cielo lleno de gatos. 

Así será en mi memoria. 

Como la forma perenne 

de una intuición disecada. 

Un enjambre de abejas borrachas 

atravesando el Rubicón de la locura. 

Siestas que acabarán en tumba. 

Abrazos al vacío, sin molécula de vuelta. 

Besos de píxel quemado 

cayendo en forma de zeta 

al abismo del meta-pómulo. 

Y un par de calcetines sin pareja 

atrapados entre en las garras de un búho 

sobre la rama dorada. 

 
 

 
 
 

Será tierra de pecado 

 
Será tierra de pecado. 

Gobernarán los alacranes 

alternando con las víboras. 

Los despertadores 

tendrán un ministerio. 

El tiempo quedará triturado 

en una urna de arena 

mezclado con las hormigas. 

 
 

Será tierra de pecado. 

Las principales ciudades 

se llamarán Coca-Cola, 

Santander o Zara… goza. 

Pagaremos en miocardios 

y podremos ver el sol 

a través de Microsoft. 

 
 

Será tierra de pecado. 

Todos ciegos, todos calvos. 

No habrá mujeres ni hombres. 

Nos llamarán Vicerversa 

bajo un código binario. 

Y ganaremos la Champions. 

 

 
 

 
 

Amor y Morcilla 

 

Amor y Morcilla eran dos amantes. 

Amor era muy buena. 

Morcilla era muy mala. 

Morcilla no paraba de coagular 

lo que Amor bombeaba. 

Amor era todo corazón. 

Morcilla era sangre seca. 

Morcilla hacía que dormía la siesta 

mientras Amor esperaba. 

El día que llamaron a filas a Morcilla 

Amor se desangró de pena. 

En realidad, todos lo sabían: 

Morcilla se fugó con Longaniza 

a la Feria del Embutido. 

 
 

Amor dejó de creer en sí misma. 

A Morcilla se la comió un camionero. 

 

 
 

 
 

Foxtrot en la parada fantasma 

 
Te llenaré de gracia 

el alma que vistes 

con tu flamante chubasquero  

del Pato Donald 

robado a un niño 

en un campo de refugiados 

y que ahora luces en los conciertos. 

Derramaré agua bendita 

sobre tus pechos 

y tus pezones explotarán 

como burbujas de plástico 

y gritarás en latín  

desde la caverna del útero 

hasta el esputo desgarrado de la tráquea,  

el nombre de todos tus amantes  

suicidados. 

Tus uñas se irán cayendo. 

Una por cada domingo, 

después de los evangelios. 

Tus dientes bailarán foxtrot 

en la parada de metro fantasma 

del Mercado Central 

con las ratas. 

Haré que huyas con ellas 

en bucle, sin descanso 

hasta un precipicio 

donde nunca esté tu padre. 

Y morirás de cobarde. 

 
 

 
 

 
Maravilla Leal 

 
Agapantos africanos 

violando la tumba de una doncella. 

Un mal sueño hecho realidad. 

Una fatal maravilla. 

La primera dama del camposanto 

sin santificar siquiera. 

Muerta entre las flores. 

Suicidada para hacer historia. 

 
 

 
 

 
Parecía de verdad 

 
Parecía de verdad 

el tráfico de las olas cerca de la barriada. 

Tu moto desenfocada 

en el Paseo de la Discordia. 

Tus pestañas 

colaborando con la policía. 

Y yo bebiendo una botella 

de Hazmerreír de fresa. 

Parecía de verdad  

y sin embargo… 

 
 

Parecía de verdad cuando bajamos 

de la montaña rusa 

en que nos besamos. 

Tu moto empotrada 

contra aquel camión de refrescos. 

Tu fantasma 

rellenando el atestado policial 

con una sola palabra 

que más tarde yo firmaba: 

“¿Lloverá?” 

 

 
 

 
 

El resplandor 

(Ana Blandiana)

 
¡Qué resplandor confiere el sufrimiento! 

Las aureolas de los santos 

significan precisamente esto. 

De la maleta en la que guardo tus papeles 

la luz rezuma 

como la sangre 

de un santo descuartizado.