jueves, 6 de enero de 2011

De “pé” a “pá” (Entre nosotros)

Mientras en esta fiesta
se cuela la muerte
pasando inadvertida
y hacemos tiempo
para que se sirva
a su antojo
y todos me felicitan
por ser tan discreto
te contaré
que confundido
y sin confundir
estoy tan verde
que podrías plantarme
en el desierto
y no me secaría
hasta el fin de los días...

Ese deje ingenuo
que me hace sobrevivir
de forma tan torpe.
Esa forma de estorbar
cuando uno no sabe qué quiere.
Dejarse caer sin saber dónde.
Levantarse sin saber cómo.
Y continuar sin saber porqué.

De “pé” a “pá”
te lo estoy explicando
(y que esto quede entre nosotros)

Y proseguí: “No quiero molestarte”
después de mucho insistir
A lo que tú, soltaste:
“Pero qué pesado, no me molestas”
Y cerré un paréntesis
donde acababan mis ganas de morir
para abrir otro
donde empezaba
mi miedo a perderte.

(Y esto empezó a ser
más normal... de lo normal.
Tan normal... como otras veces
pero más)


...


Disfrutando de esta velada
estrechando manos
y soportando besos.
Las cosas espesas,
del chocolate ni hablamos.
Mientras nadie se entera de nada
y todos se sirven de todo
te explicaré
frente a un calendario
las veces que te he matado
y si alguna coincidió
en tu cumpleaños
qué más da
si al fin y al cabo
no te importa que sea malo
ni demasiado feliz
y bien podrías plantarme
aquí mismo
que me quedaría tan tieso
como un vegetal.

Ese consuelo que queda
al sentirse repudiado,
de que todos los pecados
sean más leves
por la pena.
Y con sorna, acabes por decir:
“¿Ahora quieres ir al cielo?”
No, sólo quiero largarme de aquí.

De “pé” a “pá”
te lo estoy explicando
(y que esto quede entre nosotros)

Y ya perdida del todo
cerraré el paréntesis de antes
para abrir el de siempre.
Ése que adormece.
Como un trámite corriente.
Invitada, con derecho,
a este ático fantasma.
Lleno de amigos y caras.
Y tú una más.. o una menos..
¿es que aún quieres saberlo?



Me hubiera gustado estar contigo
pero de repente, no estabas.

Así pues, disfrutemos de lo que queda
de noche.

Y del último baile.

¡Yo tomaré un “Presidente número dos”!

¡Y cogeré la primera botella para variar
un poco más la realidad!

¡Y brindaremos con “Bortsch”!

Dejaré el discurso por la mitad
todos lo agradecerán
y aplaudirán,
aplaudirán a rabiar.
No habrá niños,
será perfecto.
Será...


De “pé” a “pá”
(Lo que tú y yo sabemos)