Con
el dedo en el botón
de
la túrmix en la tripa.
Granito,
sangre y arena
y
todas las ganas muertas
al
sentir una emoción
por
desplegar la bandera
de
un país a media asta
de
hermanastros y hermanastras.
¡Basta
ya de medias tintas!
Escriben
los periodistas.
Los
buenos fueron los malos.
Los
malos son lo peor.
¡Qué
malos fueron los buenos!
¡Los
malos qué malos son!
Y
todo se intensifica.
Y
luego se difumina.
Una
solución austera
para
tan magna tragedia.
Ganas
de carne fresca.
Ganas
de volar mierda.
Esa
mala sensación
que
sobreviví al segundo
y
el segundo se acabó
para
empezar un minuto
en
eterna colisión.
La
península del odio
que
nunca acaba su guerra.
El
telón dicta la muerte
y
la muerte la función.
Atrapados
en radón.
Sin
solución, sin salida.
Granito,
sangre y arena.
De
rodillas en la plaza
esperando
a que salga
la
vida de la expresión
¡Y
a triturarse las tripas!
1 comentario:
¡Muy bien!
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