Tienes a la verdad agarrada por el cuello,
acorralada de forma violenta
contra la pared, a punto de la asfixia.
Sabes que no tiene escapatoria
y está a punto de vomitarte en la cara
todo eso que no estás preparado para oír.
Y entonces la sueltas
y le perdonas la vida.
3 comentarios:
La verdad puede ser muy cruel.
Muy bonito el poema... y el vídeo :P
Gracias, sobre todo el vídeo.
Maravillosa poesía.
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