jueves, 23 de agosto de 2018

Oda al amor efímero

En quince días me quiso más 
que en ocho años. 
Un amor tan verdadero 
que parecía de mentira. 
Lástima que su memoria 
volviera al mar con los peces 
y no recuerde ya nada, 
ni siquiera que me quiere. 
Un “Ya es tarde” 
nunca es demasiado tarde 
pero un ”Nunca”  
nunca será posible. 








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