“El caballero negro
de las amplias alas
vendrá esta noche
a la orilla
de la más estremecedora soledad
y posará sus labios
sobre tu frente febril”
- Anda, calla y cómete el arroz
...
Esa misma madrugada,
la profecía de su marido se cumplió
pero ella estaba roncando.
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