jueves, 18 de diciembre de 2014

Gente que desapareció un viernes

Aquella oficinista que sabía demasiado,
aquel fotógrafo de guerra,
aquel anciano que fue a por setas
o ese hombre que bajó a por tabaco.

Gente que desapareció un viernes.
Viernes de amenazas y temblores,
viernes helados, de tormentas en el campo,
viernes enterrados en un cráter
o esos viernes en que alguien
decidió cambiar de sangre.

Me gustaría desaparecer un viernes.
Un viernes muy soleado.
Un viernes de oficinistas a salvo,
de ancianos rehogando níscalos
o de padres de familia
que abandonan el tabaco.
Viernes de fotógrafos volviendo a casa
de una guerra que ha acabado.

Me gustaría desaparecer,
que fuera viernes,
que la gente me buscara.
La novia del fotógrafo,
la mujer de aquel hombre
que nunca bajó a por tabaco,
la nieta del anciano
que acabó rehogando níscalos.

Me gustaría desaparecer un viernes
¡y que todas las oficinistas del mundo
se muriesen por encontrarme!

2 comentarios:

Cristian dijo...

Siempre que tengo la posibilidad me gusta poder encontrar en internet distintos textos para leer e inspirarme y de esta manera me gusta sobre todo leer poemas diversos. Si logro conseguir con Lan Argentina la chance de viajar a otro lugar me gustaría poder conseguir libros de poetas de otros sitios

Anónimo dijo...

Yo los Viernes cuando salgo de la oficina desaparezco del mapa jaja