martes, 18 de noviembre de 2014

Mortal y rosa

- ¡Dame el salmón!
El sátrapa escupía latigazos de saliva
como quien te atraca a punta de pistola:
¡La bolsa o la vida!”
Todo el restaurante me observaba
con indignación y pena.
Os puedo asegurar
que en esos momentos, mi vida
valía menos que el salmón.

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