Se
presentó en su casa
mucho
más tarde de lo previsto.
La
había conocido paseando al perro.
“Arreglarle"
el ordenador
no
iba a ser más que un pretexto.
Se
dejó caer en el sofá
soltando
el CD-ROM sobre la mesa.
-
¿Tienes algo fuerte de beber? -Le preguntó
- ¿Te
apetece una copa? -Respondió ella
- La
verdad es que no me importaría saltarme la copa.
-
Pues ya puedes salir por la puerta.
Y se
fue dando un portazo
dejando
olvidado el CD de instalación.
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